por Norma Dragoevich | 17 Oct 2011 | Narrativas |
Tomas Tranströmer
En los meses sombríos centelleaba mi vida
solo cuando hacía el amor contigo.
Como el cocuyo se enciende y apaga, se enciende y apaga
– uno puede seguir su camino de a ráfagas
en la oscuridad de la noche, entre los olivos.
por Norma Dragoevich | 2 Sep 2011 | Narrativas |
Eduardo Galeano
El pastor Miguel Brun me contó que hace algunos años estuvo con los indios del Chaco paraguayo. Él formaba parte de una misión evangelizadora. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en lengua de los indios. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.
El cacique se tomó su tiempo. Después, opinó:
– Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.
y Sentenció:
– Pero rasca donde no pica.
por Norma Dragoevich | 24 Ago 2011 | Narrativas |
Ángel González
Si yo fuese Dios
y tuviese el secreto,
haría
un ser exacto a ti;
lo probaría
(a la manera de los panaderos
cuando prueban el pan, es decir:
por Norma Dragoevich | 4 Jul 2011 | Narrativas |
Hoy huele a Fiesta Patria, pero no lo es. Fechas bailadas. Otra vez en Bruselas. De mañana, disfrutando del jardín y la terraza. Trinan los pájaros carpinteros y acaba de pasar un avión que rompió el encanto.
El jardín es ahora mitad huerta: rosales salpicados de tomateras y la planta de calabaza arrastrándose a tus pies. Niños, muchos niños. Gritan. Se alborotan -te alborotan-.
Ayer por el Chatelain entre terrazas a pie de calle. Un camión disparaba humo negro a tus pulmones. Miro para otro lado. La camarera rolliza ¿alemana? sirve cervezas. Me trae una ensalada obra de arte. El plato compartimentado por diferentes colores. Ensalada variopinta, sabrosa, sana.
Un gato por el sendero. No entra al jardín. Solo lo veo de refilón a través de las rejas. No para, sigue de largo. En esa zona del jardín ya da el sol, pero yo estoy a la sombra y el gato pasea bajo los árboles. Ahora vuelve. Lo acabo de ver pasar. Lo llamo pero no responde. Es pequeño y regordete y se da un aire a mi Marcelo.
(25/07/2005)
por Norma Dragoevich | 30 Mar 2011 | Narrativas |
Estos domingos de guardar, que llaman a quedarte en casa pero sales y cuando vas conduciendo sientes a los árboles perder sus hojas. Caen en remolino, o como lluvia marrón que roza la calle y los coches las estrujan sin contemplación. Ellas quebradas, inertes, polvo ya entre hilachas y cortezas.
por Norma Dragoevich | 6 Mar 2011 | Mis relatos, Narrativas |
Un mundo sin palabras. Sólo miradas y el tacto húmedo del abrazo que te encierra en ese intento vano de arrancarte del aquí y ahora. No pienso, luego no está ocurriendo. Sólo esta nausea al acecho que se empeña en regresar.
(Continúa)
por Norma Dragoevich | 2 Dic 2010 | Narrativas |
Miercoles. En medio de la semana. Se resisten mis pies a salir a la calle. ¿Será el cielo gris llamando a nieve, o el radiador persuasivo que invita, aquí en la cocina?
por Norma Dragoevich | 10 Oct 2010 | Comunicación, Narrativas |
Ferdinand de Saussure
Entre todas las comparaciones que se puedan imaginar, la más productiva es la que relaciona la forma en que opera el lenguaje con el juego del ajedrez.
El ajedrez, como el lenguaje, es un grupo de valores diferentes que, en conjunto, conforman un sistema completo. Una partida de ajedrez es como la realización artificial de lo que el lenguaje ofrece de forma natural.
por Norma Dragoevich | 8 Oct 2010 | Narrativas |
“Escribir es servidumbre y gozo”, dijo Vargas Llosa al enterarse de que la Academia Sueca había decidido entregarle el garlardón. Un Premio acertado el de este año, que va a un personaje comprometido con la escritura, generoso a la hora de compartir experiencias, técnicas y conocimiento literario en los talleres en los que participa. Tuve la oportunidad de asistir a uno de ellos en la Universidad de Verano de Santander. En el aula magna abarrotada, el escritor nos contaba cómo se había generado el argumento de cada una de sus novelas. Los alumnos de Clara Obligado, en primera fila, absorbíamos sus experiencias y al finalizar la exposición, disparabamos preguntas para aprender sus trucos, mientras desde el fondo de la sala volvían una y otra vez con discursos alejados de la literatura.
por Norma Dragoevich | 25 Jul 2010 | Narrativas |