Blog para tratar de cultura, narrativas y comunicación, alegóricamente

Siendo…

Pensandoen lo que ha de ser...no somosYhablandode lo que fuimos...tampoco.Cuando el viento no sopla en mis velas, que es frecuentemente,voy a remo.(No recuerdo de quién es...)09/12/2006

En Paz

Amado Nervo, México

Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, Vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;
porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;
que si extraje las mieles o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel, o mieles sabrosas:
cuando planté rosales… ¡coseché siempre rosas!
….Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú nunca me dijiste que mayo fuese eterno!

Mi espacio

Mi lugar de trabajo es satelital: todo gira en torno a una silla, que también gira, con la pantalla del ordenador como referencia y la ventana como apertura al mundo.
Habito este piso desde hace tres años y en realidad todavía no estoy segura de cuál es mi espacio personal, pero al menos éste es el que he intentado construir:
Una silla de trabajo muy cómoda: regulable en altura, con apoya brazos que se suben o bajan, se abren o se cierran. El respaldo queda fijo o basculante, más inclinado o recto. La silla tiene ruedas para moverme por la habitación y alcanzar al teléfono sin levantarme y el respaldo es de rejilla, para que no agobie en verano.
En una pared, haciendo esquina con el ventanal de 2 metros por 1 y ½ de alto, hay un mural de un metro de ancho por dos de alto, al que se fijan dos estantes bien altos y un tablero para la pantalla del ordenador, los bafles y un sujeta-libros. También cabe un flexo metálico (“lámpara Ptolomeo”), cuya pantalla gira 360º.
En los estantes de arriba tengo diccionarios y portalápices con muchos lápices, bolígrafos y rotuladores. También algún archivador con los papeles que estoy manejando últimamente y la contabilidad del mes. Parece que flotan, los estantes.
(Continúa)

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