Escribir un relato breve es llevar una PYME. Corto alcance pero cuidas tus servicios con esmero. O una labor de autónomo: ofreces servicios muy especializados. Escribir una novela es gestionar una gran empresa: debes construir la estructura, estar atento al mercado, a tu sector a la competencia. ¿Qué están haciendo los personajes secundarios? ¡Cuidado, que no te eclipsen a los protagonistas! Y si a tu personaje le da por viajar y lo tienes que ir siguiendo o guiando por donde vaya, entonces ya tienes una multinacional. Vete buscando un consultor de internacionalización o externalización, documéntate, lee, pregunta y viaja para conocer el terreno, no sea que te estrelles por planificación insuficiente.
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