Blog para tratar de cultura, narrativas y comunicación, alegóricamente
Entradas sobre narrativasEl taller del caucho
Aunque al principio alguien había ideado una estructura, con el paso del tiempo y las necesidades crecientes de la familia se habían ido agregando habitaciones hacia atrás, hacia arriba, incluso hacia el frente, cuando cerraron el jardín de la entrada. El taller estaba hacia dentro, por el pasillo, como a mitad de camino, porque después se anexaron las habitaciones del fondo, con su baño y su cocina y que configuraron una segunda vivienda.
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Mis buenas intenciones para 2002
Para Reyes, escribiré mi carta a los Magos. Tienen un año entero para dosificar la entrega. Cada noche dejaré mis zapatos al pie de la cama y así, por las mañanas, poco a poco al calzarme, me calzaré también una dosis de entereza, administración de mi tiempo y compaginación entre mi familia y mi trabajo.
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Será por algo
Nada se pierde, todo se transforma. Conociendo la fórmula matemática es posible predecir instancias anteriores y posteriores de todos los objetos, las fases por las que atraviesan en los procesos químicos hasta llegar al aspecto o forma deseada. Nada es baladí. Como en encaje de bolillos, cada elemento de una fórmula tiene su sentido, su explicación. En la naturaleza, cada evento ocurre por algo y para algún fin determinado, aunque en nuestra escasa sabiduría no sepamos descubrirlo.
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Sensaciones
Una cama de hospital alberga tu cuerpo de niño. Vuelta para un lado. Vuelta para el otro. ¿Cómo te explicamos qué haces ahí? Cuando logramos arrancarte una sonrisa y te animas un poco te fastidia la columna vertebral. Angelito desangelado. No quieres caricias, no quieres zumos. ¡No quieres dos coches con la misma sirena! ¿A quién se le ocurre? Habrá que reclamarle al fabricante. Tu brazo con manguito de venda blanca y vías cogidas hace de remo, lo utilizas para girar y dar miedo a mamá.
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Corazón envidioso
Te dije que no lo hicieras. Te expliqué que ya había descubierto tu juego y que no me hacía ninguna gracia. Todos los días lo mismo. Despachas a los niños al colegio en el autobús de pago y dando media vuelta observas satisfecha -aunque con sorna, que llevo tiempo estudiándote a través de las láminas de la persiana- observas la fachada de tu casa y luego la mía, con más disimulo. Te acercas lentamente y como con desgano pasas la palma de tu mano por el marco frío de las ventanas…
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Berta en la tormenta
Había estado lloviendo todo el día, tanto, que a la hora de la salida, cuando todos se lanzaron hacia la puerta de entrada con el timbre, la desilusión empezó a prender en los rostros infantiles: imposible abandonar el colegio. Estaban en una isla. La lluvia se había ido acumulando en la calle por culpa de desagües atascados o de escasa capacidad. De la calle pasó inmediatamente a las aceras y de ahí a la escalinata del Instituto. Uno a uno el agua metódica caída a lo largo del día había ido trepando los escalones. Al hall de entrada todavía no había asomado, pero que era cuestión de tiempo.
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Amanece, que no es poco
Amanece, que no es poco. En el Jardín del Edén, din, don, las damas vienen y van, din don, dan.
En realidad anochece, en este Madrid silencioso y un tanto caótico. Silencioso por la noche, en este puente agosteño sin casi gente, durmiendo las obras. Madrid caótico, tanta cosa para hacer y realizarse en los pocos días de vacaciones. Nadie, nadie descansa. A dónde irán, adónde llegarán, tantos.
La gata mira. La gata espera. Se aburre. Insiste con su patita agamuzada y esos ojos de implacable indiferente. Cada quien cosecha lo que siembra. Cada quien se lo merece, casi siempre.
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Joder con la Navidad
En esta fría mañana de enero quiero, ¡Oh! Quiero, decirle al mundo que sí, que adelante.
Los árboles se han quedado pelados ahí afuera y los gatos, de noche, corren cual rayo entre los coches buscando qué comer entre la escarcha, siempre mojada, tan resbaladiza.
Es Navidad. Joder con la Navidad: Paz, Amor, Prosperidad. Deseos por cumplir y tantas promesas. ¿Y tú? ¿Dónde estás? ¿Por qué no se te ve entre tanta gente? Tantas caras unidas frente televisor que esperan el Nuevo Año ¿Dónde está la tuya?
Quemo una vela blanca para asegurarme de que aparecerás. Da igual dónde te escondas. Te encontraré.
Navidad 2003-2004
El día está gris
El día está gris. Pero desde la calle Téllez se puede ver un gran arco iris travesando el cuartel de Daloiz y Velarde, para caer en las vías de tren que llegan hasta Atocha. En las obras del aparcamiento los gatos al sol esperan, como siempre, su comida. La vida...
Autovocabulario
Gilipondríaco
Cabizbundo
Meditabajo
Papelpable
Pensajes
Putopénico
Tentáculos de rapiña
(…to be continued)

