Blog para tratar de cultura, narrativas y comunicación, alegóricamente
2013: el año de la literatura en las redes sociales
Lo llaman el año de los «selfies», pero yo creo que fue el año de la literatura: el año en el que mis amigos escritores entraron a Facebook a promocionar sus libros. El oficio de escritor implica con frecuencia largas temporadas de aislamiento. Ya nos advertía Patricio Pron, en su blog, de la insensatez que significa creer que un escritor es algo más que alguien que escribe libros.
5 características de las comunidades digitales que funcionan
Las redes sociales y las comunidades digitales sólo tienen sentido cuando sus integrantes las sienten suyas y participan activamente. Preferimos las comunidades más activas, sencillas y de calidad. Aquí tienes cinco características a tener en cuenta para que una comunidad digital funcione sobre ruedas.
La emigración de cada uno
Hoy tengo nublada la sonrisa,
país de nube, país de tiza.
Piero
La búsqueda de mejores condiciones de vida ha empujado a la humanidad a desplazarse de continente en continente, poblando la tierra tal como hoy la conocemos. Es un fenómeno globalizado, social e individual que afecta tanto a la economía como a la cultura y la salud. La comunicación y la franqueza son fundamentales para mantener la salud física y psíquica de las personas y de las sociedades en las que ocurre y para proteger de sus efectos a las generaciones siguientes. Y puedo hablar en primera persona, porque emigré por primera vez a los diez años.
Las palabras que callamos regresan distorsionadas
“Movilidad exterior”, “emprendedores en busca de oportunidades”, “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”, “quien no encuentra trabajo es porque no quiere”, “los parados son unos estafadores”, “brotes verdes”, “crecimiento negativo”. Hipérboles, eufemismos. Estamos tan habituados a ellos que al reconocer uno nuevo sonreímos. Hemos aceptado que se trata de una práctica inherente a la política, más o menos necesaria para mantener alta la moral. Pero las palabras que no pronunciamos regresan distorsionadas. Como un búmeran. Y hacen daño.
Música para las palabras
Todo influye a la hora de escribir. El entorno, las emociones, la mesa, la silla. Según Petros Márkaris, escritor griego que pasó recientemente por la UIMP de Santander, las primeras tres horas de trabajo de cada día no sirven para nada: funcionan como calentamiento para entrar en materia.
El relato breve es una PYME
Escribir un relato breve es llevar una PYME. Corto alcance pero cuidas tus servicios con esmero. O una labor de autónomo: ofreces servicios muy especializados. Escribir una novela es gestionar una gran empresa: debes construir la estructura, estar atento al mercado, a tu sector a la competencia. ¿Qué están haciendo los personajes secundarios? ¡Cuidado, que no te eclipsen a los protagonistas! Y si a tu personaje le da por viajar y lo tienes que ir siguiendo o guiando por donde vaya, entonces ya tienes una multinacional. Vete buscando un consultor de internacionalización o externalización, documéntate, lee, pregunta y viaja para conocer el terreno, no sea que te estrelles por planificación insuficiente.
La novela es una obra de ingeniería
Escribir una novela es una obra de ingeniería. Se deben gestionar múltiples parámetros en escala gigantesca. Los relatos breves son mucho más llevaderos y divertidos, una pequeña joya a la que se puede mimar y pulir hasta el cansancio para que brille y sorprenda al lector. ¿Cuándo llegará el momento de divertirse con la novela? Sigo documentando, creando personajes, eliminando otros, cambiando escenas… Y necesito que haga calor un día concreto, cuando los informes de meteorología dicen que en esa época del año, allí, es época de lluvias…
Regreso a los ’90. Un día sin móvil
Hace unos días Antonio Lorenzo, periodista de tecnología en El Economista, lanzó un reto en Twitter: ¿Quién se apunta a la experiencia #undiasinmovil el 8 de julio? No lo pensé dos veces y me apunté. Dejo aquí mi diario de la jornada.
El arte de la escritura
Procurad también que, leyendo vuestra historia, el melancólico se mueva a risa, el risueño la acreciente, el simple no se enfade, el discreto se admire de la invención, el grave no la desprecie, ni el prudente deje de alabarla. En efecto, llevad la mira puesta a derribar la máquina mal fundada destos caballerescos libros, aborrecidos de tantos y alabados de muchos más; que si esto alcanzásedes no habríades alcanzado poco.
Miguel de Cervantes, El Quijote
He aquí una oruga
Eugene Guillevic
He aquí una oruga.
Y repta.
Repta hacia el alimento.
Eso es al menos lo que ella cree.